IA + código: no te convierte en programador, te convierte en editor
Las herramientas de coding asistido democratizan un poco el acceso, pero el verdadero poder sigue estando en manos de quienes saben cómo funciona el software.
Mucha gente pensó que la IA iba a convertir a cualquiera en programador.
La promesa era tentadora: escribe un prompt y tendrás una app lista para usar.
Pero no funciona así.
La verdad es que la IA te da un atajo.
No un superpoder.
Para un novato, es una buena puerta de entrada.
Puedes probar cómo es escribir código.
Ver cómo se ejecuta.
Sentir que construyes algo.
Pero para un ingeniero con experiencia, la historia cambia.
La IA multiplica lo que ya sabes.
Porque programar no es juntar líneas de texto.
Es entender sistemas.
Es decidir cómo encajan las piezas.
Es corregir lo que se rompe.
El valor real está en guiar al modelo.
Decidir qué partes sirven y cuáles no.
Y limpiar el desorden que deja atrás.
La conclusión es clara:
La IA no convierte a todo el mundo en programador.
Convierte a los buenos programadores en aún mejores.
Como una cámara profesional.
No hace que cualquiera sea fotógrafo.
Pero en manos de un experto, la diferencia es brutal.
El futuro no es depender de la IA.
Es aprender a usarla como una herramienta.
Y pensar siempre como ingeniero.




Cada vez que alguien me dice que los programadores van a perder su trabajo por la IA sé que estoy hablando con alguien que no tiene ni puta idea de lo que dice.
Dicho esto, yo no soy programador aunque tengo nociones y con chatGPT soy capaz de montar mini scripts que ni de coña sabria hacer yo solo. El problema es confundir eso con hacer una app en producción con miles de usuarios.