¿Gratis? ¿Te has vuelto loco o qué?

No. No me he vuelto loco.

Bueno, un poco sí. Pero no de esos que se pasean en bata por el barrio hablando con farolas. Más bien de esos que un día se miran al espejo y dicen: “¿Para qué coño estoy haciendo esto?”

Verás, durante un buen tiempo estuve separando mi contenido en dos montoncitos: lo gratuito (que mola) y lo de pago (que también mola, pero con candado).

Pero entonces me pasó algo.

Un chaval de 13 años me escribió.

Sí, 13 años.

Me pidió si podía usar un ejemplo que publiqué, que si le dejaba acceder al contenido completo para un trabajo del cole. Del COLE.

Y me tocó la patata.

Porque cuando empecé con The Learning Curve no lo hice para retirarme en Bali ni para comprarme un Tesla. Lo hice porque me gusta aprender y explicarlo. Porque la IA es compleja, sí, pero también fascinante. Y si puedo hacer que alguien diga “¡ahora lo entiendo!” en vez de quedarse mirando la pantalla como si fuera un jeroglífico egipcio, ya he ganado.

¿Entonces qué?

Pues eso: que a partir de ahora todo será gratuito.

TODO.

Los artículos, los ejemplos, las opiniones personales. Lo bueno, lo mejor y lo que antes costaba 5 euros al mes. Ya no habrá puertas cerradas. Ni muros de pago. Ni "si quieres saber más, paga aquí".

La suscripción de pago sigue ahí, sí. Pero ha cambiado de traje.

Ahora es más bien una limosna con clase. Una forma de decir: “Daniel, me gusta lo que haces, toma estos 5 dólares para que te pilles un café, una cerveza, o lo que sea que te inspire a seguir dándole a las teclas”.

Y ojo:

si ya eras suscriptor premium y decides darte de baja, lo entiendo. En serio. Bastante tienes con seguir pagando el gimnasio por si acaso un día te pica el bicho del deporte. Aquí no se obliga a nadie ni se juzga. Te vas en paz, como los Jedi.

Pero si te quedas…

gracias.

Porque aunque yo no viva de esto, sí que me gustaría poder dedicarle más tiempo. Y ese gesto tuyo, aunque parezca pequeño, ayuda. Mucho.

Así que a partir de ahora tú decides si esto vale 5 dólares al mes o no.

Yo seguiré escribiendo igual: sin fórmulas mágicas, sin humo y sin postureo.

Solo con ganas de compartir, de hacerte reír un poco y, si puedo, ayudarte a entender cosas que parecen sacadas de un capítulo perdido de Black Mirror.

Nos leemos.

— Daniel

Por 5$ puedes comprarte un donut en el aeropuerto, dos cafés aguados en una máquina de hospital, un imán de nevera con forma de flamenco… o apoyar este proyecto y sentirte como Warren Buffett pero con menos traje y más sentido común.